Personal y universal, el arte de Alicia Tilmant
A través del tiempo, la pintura de Alicia Tilmant, ha tenido una característica: fidelidad a sí misma, sin concesiones.
Su pintura, nacida del oficio, de la creatividad y de una gran sensibilidad refleja un imaginario estético singular. Ambientes donde conviven lo rural, lo indígena y lo contemporáneo. La artista se asoma a sociedades con memoria capaces de expresar en su estética la marca indeleble de sus orígenes y tradiciones. Sus personajes nos cuentan una historia, nos transmiten una espiritualidad que trasciende. Esos personajes pueden pertenecer a lejanas culturas o a nuestra tierra. Pero el relato es el mismo. Es la interpretación, la irreproducible singularidad de esta notable artista.
Pictóricamente, sus formas son depuradas hasta lo esencial. La artista llega a esa pureza y simplicidad mediante el dibujo deliberadamente despojado y una gama de colores que recuerda los pigmentos tradicionales de los pueblos primitivos, una paleta intensa y personal, que crea un equilibrio entre lo étnico y lo contemporáneo. La composición rica, armoniosa. Los ritmos lineales dibujan con sensualidad figuras universales.
No se trata de buscar significados en el arte de Alicia Tilmant. El sentido de su pintura va más allá de las palabras, porque tiene su propio lenguaje, que escapa a las interpretaciones subjetivas. Una personal mirada a la realidad tangible, una sensible percepción de lo cotidiano, un humanismo místico, es el universo pictórico que nos brinda Alicia Tilmant.
Andrea De Luigi